Control de esfínteres.
Hablamos de control de esfínteres pero, ¿control para quién? (Laura Estremera)
Se llama control de esfínteres a reconocer cuando se tiene pis o caca y ser capaz de retener su salida hasta que la persona se encuentra en un lugar adecuado para hacerlo, ¿parece fácil, verdad?
Pues algo que a los adultos nos parece tan sencillo conlleva mecanismos neurológicos, motores y emocionales que deben funcionar de forma coordinada.
Con la información que hoy tenemos , vemos que controlar los esfínteres es mucho mas complicado que simplemente sentar al niño en un orinal a unas horas determinadas y que es un proceso de maduración y no de aprendizaje.
Conforme el niño y la niña crecen, va madurando su sistema nervioso, pero OJO!! no todos lo hacen al a misma vez. Por lo tanto, con la llegada del buen tiempo ¿será el momento de retirar pañales a todos los niños? Como los niños y niñas nacen en todos los meses del año y, además, cada uno madura a su ritmo, habrá niños que dejarán el pañal en verano, otros en otoño, otros en primavera y otros en invierno. Se suele esperar al verano para "quitar el pañal" pero si está preparado, mojará poca ropa, entonces qué más dará la estación del año en la que estemos....
En cuanto a la edad para decirle adiós al pañal, como para todo, depende de cada niño o niña y el margen es muy amplio, se suele establecer que la maduración aparece entre los 18 meses y los 5 años.
Los niños y las niñas van dando señales de que están madurando, pero no debemos caer en el error de confundirlas con que esté preparado y que vaya a controlar esfínteres. Algunas de estas señales son:
-Se quita o se baja la ropa.
-Tiene curiosidad cuando el adulto va al baño, pregunta qué estamos haciendo.
-Quiere sentarse en el orinal o váter por voluntad propia. No por rutina o por premios.
-Se esconde para hacer caca.
-Anuncia que se ha hecho pipí o caca después de habérselo hecho encima (más tarde avisa mientras lo está haciendo y después conseguirá adelantarse a la micción).
Por otro lado, el control del pipí nocturno será diferente al diurno, ya que éste es un mecanismo diferente y más lento.
¿Qué podemos hacer para ayudar en este proceso? Lo importante es saber cómo se desarrolla el niño o la niña. Muchas veces lo mejor sería no hacer nada, el niño aprenderá ya que sólo es cuestión de madurez, ningún adulto sano se hace pipí o caca encima...
Podríamos hablar de técnicas para conseguir este "aprendizaje", pero ya hemos dicho que no se trata de eso... Lo cierto es, que a corto o a largo plazo, el niño acabará controlando esfínteres, sin las repercusiones que conllevan unas técnicas u otras. Podemos:
-Explicarle qué es el orinal y para qué sirve...
-Contarles cuentos sobre el control de esfínteres.
-Dejar que nos vea cuando vamos al baño, con naturalidad, al fin y al cabo es una necesidad de nuestro cuerpo (como el comer). Así evitar comentarios del tipo "Buahj, qué asco...".
-Dejar que conozcan su cuerpo. Que primero se conozcan a sí mismos y después el de los otros.
-Permitir libertad de movimiento, sobre todo cuando son más bebés.
-Llamar a las cosas por su nombre. Las chicas tienen vulva y los chicos tienen pene.
- Ponerle ropa cómoda.
-No comparar.
-Aceptar sus retrocesos como parte del proceso.
-No reñir, no castigar, no ridiculizar (ni premiar) ... Recordar que este proceso también tiene su parte emocional.
-No forzarlo para que se siente en el orinal.
La conclusión, entonces, es que si la niña o el niño controla llegará hasta un váter y se quitará el pañal, porque no querrá hacérselo encima... no habrá que estar preguntándole cada hora si quiere ir al baño... y no nos dirá que no se lo ha hecho encima cuando sí que lo ha hecho...
Si tiene conciencia sobre su cuerpo será capaz de controlar. Si somos nosotros los que lo sentamos cada cierto tiempo con la esperanza de que salga algo, le recordamos constantemente que si quiere hacer pipí o caca, etc. seremos nosotros los que tomemos el control sobre su cuerpo. Pero es cierto que, si tomamos nosotros el control será "más rápido" e incluso podremos "quitar pañales" a niños bastante pequeños. Pero, no nos engañemos, en este caso el niño no controla nada, sino que es el adulto quien lo hace.
Y si nos hemos adelantado y se lo hemos quitado sin que esté preparado, lo más adecuado es volvérselo a poner y esperar a que sea su momento. Y no, no pasa nada por volvérselo a poner, no les confunde, ni les crea ningún trauma ni trastorno. Sólo es una leyenda urbana.
Hace años que trabajo con niños de 0-3 años, he ayudado a un montón de familias con la retirada del pañal, así como la de los objetos de transición, y puedo decir que todos estos tips informativos, sólo son eso: información. La teoría está ahí, pero a la hora de ponerla en práctica volvemos a hacer hincapié en que cada niño, al igual que cada familia, es un mundo. Y no hay manera o forma de hacerlo mejor o peor, sino que hay que adaptarse a las necesidades y capacidades de cada uno.
¿"Lo malo" de todo esto? es que sí o sí todos los niños, excepto los que tengan necesidades específicas, deben entrar al colegio (etapa 3-6 años) sin pañal... Así que por mucho que queramos esperar el momento idóneo a la maduración de nuestro hijo, tendremos que hacerlo como muy tarde entre los 25 y 32 meses, para que su acceso al colegio sea factible.
Ahora bien, dejemos a los niños crecer... sin prisas, sin tiempos... Cada niño es un mundo; y no hay ley que diga lo contrario!! En los distintos currículums de los distintos niveles administrativos se hace referencia en todo momento a la adquisición de hábitos de higiene como un PROCESO que debe ser acompañado para que el niño y la niña puedan desarrollar una imagen positiva de sí mismos. Es más, en las orientaciones al currículum de segundo ciclo de infantil (3-6 años) se hace referencia a que en muchas escuelas aún se confunde la verdadera autonomía forzando y avanzando procesos que deben ser autónomos, apuntando que se confunde precocidad con calidad educativa...
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